sábado, abril 11, 2009

Semana Santa 2009 (2)

Fue un viernes Santo muy particular, no fui al Via Crucis porque tenía que estudiar, sin embargo me costó mucho estudiar... estaba sentada frente al televisor viendo el final de la vida de San Francisco de Asís, cuando sentí de pronto, una de las angustias más desgarradoras de mi vida... lloraba inconsolablemente, se me pasaba por la cabeza la imagen de Cristo en la cruz, y junto con ella el mundo entero... el hambre, el genocidio aún existente, el abandono, la injusticia, la enfermedad... la gran enfermedad del mundo actual... y de toda la historia... la falta de Dios... mirar a ese hombre que vino a decirnos que nos ama hasta la muerte, a ese hombre que nos sonríe y nos abraza, y que sin embargo lo traicionamos una y otra vez...
Entre medio del llanto y de ese dolor que me apretaba el pecho... comprendí que el dolor me acompañaría toda mi vida, desde que elegí seguirlo, el dolor estaría conmigo. El hecho de haber conocido la felicidad plena en el, eso no marginaba el dolor de mi vida....

Hoy sábado desperté con una cruz a cuestas, pero segura en la esperanza, esa esperanza de la resurrección y que me hizo levantarme... en eso estoy... esperando la hora en que mi Maestro vuelva a la vida... pues mi vida sin Él es un triste sin sentido...

...Esperanza...

miércoles, abril 08, 2009

Semana Santa 2009

encontré una canción... tiene muicho que ver con los días que se vienen, pero desde una mirada especial... desde la mirada de una mujer... María...

Diario de María
(Martín Valverde)

Te miro a los ojos, y entre tanto llanto
parece mentira que te hayan clavado.
Que seas el pequeño al que he acunado,
y que se dormía tan pronto en mis brazos,
el que se reía al mirar el cielo
y cuando rezaba se ponía serio.

Sobre este madero veo aquel pequeño
que entre los doctores hablaba en el templo,
que cuando pregunté, respondió con calma
que de los asuntos de Dios, se encargaba.
Ese mismo niño, el que está en la cruz,
el Rey de los hombres, se llama Jesús.

Ese mismo hombre ya no era un niño
cuando en esa boda le pedí más vino.
Que dio de comer a un millar de gente
y a pobres y enfermos los miró de frente.
Río con aquellos a quienes más quiso,
y lloró en silencio, al morir su amigo.

Ya cae la tarde, se nublan los cielos,
pronto volverás a tu Padre Eterno.
Duérmete pequeño, duérmete mi niño,
que yo te he entregado todo mi cariño.
Como en Nazareth, aquella mañana,
"¡He aquí tu sierva, he aquí tu esclava!"

... He aquí tu sierva...